“Quise que volaras con absoluta libertad para que tus alas no cerrasen la puerta a las oportunidades…No soy quien para aconsejarte; solo espectador de tus vivencias, no el sentimiento de tus sensaciones.
Lo que tú sientes es tuyo; lo que tú tienes, lo has ganado tú con tesón y esfuerzo. ¡Protégelo!
Únicamente puedo opinar desde la barrera de la confianza, del cariño que me une a ti, de un respeto que han sembrado los años con esmero, y debo alejarme cuando seas tú quien decida qué camino tomar frente al rumbo que te brinda la vida…
Veo tus ilusiones como ésa recompensa a un esfuerzo importante para ti, el logro de tus anhelos, la carne que pusiste en el asador y dejaste al punto para paladearla. Es ahora tu momento. ¡Saboréalo y disfrútalo!…Estaré siempre a tu lado, como sombra tranquila que vive contigo.”
Creo que dejar volar alas, desplegarlas en su totalidad, es batir los remos contra el miedo y la incertidumbre…Dejar volar alas es creer en los sueños, expandir ilusiones…y más aún cuando estamos dentro de una realidad que quizá nos resulte demasiado “real”
Cuando llegamos a ser nosotros mismos gestionamos tanto nuestra vida como el tiempo y los deseos. Evitamos ser marionetas de unos remordimientos que surgen de la nada, de una incertidumbre que no dispone de apellidos, que es la ficción de una quimera…
Vuela, y no dejes de sentir una libertad ausente de cualquier tipo de cadenas…
Sólo el silencio… Sólo el silencio y dejar sentir tus palabras aquí dentro, muy dentro.
Qué grandes Pilar. Qué grande cuando escribes y amanece en tu almohada… Qué hermosa eres Pilar. Qué hermosa cuando lees tus palabras o las de aquel/aquella que tiene esa suerte.
…. ….un beso.
Vic.