Lo «importante» no tiene porqué ser lo que más nos cueste conseguir. A veces un solo paso dado por la voluntad nos facilita tal esfuerzo. Pudiéramos no ser conscientes de que en el camino desgastamos energía que debiéramos reutilizar para la búsqueda de cualquier deseo.
La vida se acompaña de retazos sencillos que hacen de los pequeños momentos intensas experiencias vitales. “No necesito cuanto tú tienes, sino lo que soy capaz de generar desde mi interior, por mí mismo.”
Nos obcecamos por alcanzar aquello que se sitúa demasiado “alto”, lo que se torna como “inalcanzable”, y ello nos evita disfrutar de lo esencial, como paladear de la sencillez de un diálogo entre personas que nos transmiten paz, exprimir la plenitud que una emoción nos proporciona, almacenar detalles con los que deleitarse los recuerdos.
Podemos disfrutar sin ahogarnos en pretensiones que jamás llegaremos a alcanzar, que en realidad no son trascendentales para vivir.
Los objetivos que nos pongamos han de ser factibles, equilibrados a nuestros esfuerzos, que no sobrepasen lo que buenamente “podamos hacer”, porque pudiéramos perder “todo” por la avaricia de querer “más”. La intuición humana debiera de ser coherente, y así poder saber hasta dónde poder llegar por los cauces existenciales. Pero somos “humanos”, por lo que la mayoría de las veces anulamos a la intuición para dejarnos llevar por impulsos que obstaculizan nuestra evolución personal.
No son necesarias las medallas de “falsas apariencias” para creernos quienes en realidad no somos. Tan solo es preciso vestir nuestro corazón de verdad para reconocernos frente al espejo de la honestidad.
Pisar el suelo de la vida, sin hacer demasiado “ruido individualista”, nos permitirá escuchar los ecos que retumban a nuestro alrededor, los sentimientos de quienes nos acompañan y necesitan de nuestra compañía y cariño. Los sonidos estridentes del egocentrismo incomodan la calma diaria y desequilibran las buenas acciones.
Vive dignamente quien disfruta de cuanto su interior genera, de la bondad de su corazón, de lo sencillo, lo auténtico y real, no de lo que “ha de conseguir” para disfrazar su felicidad.
Aprovecho la oportunidad para saludarlo y a su vez, invitarlo a ver mi blog dedicado a mostrar la riqueza cultural del Perú mediante fotos comentadas, modelos tridimensionales en imágenes y videos, artículos y más. La dirección es:
historiaenfotosperu.blogspot.com
Muchas gracias, Luis. He visto su blog y me parece muy interesante.
De ahora en adelante seguiré con interés cuanto expone en su blog.
Un abrazo.
(Pilar, autora del blog de Aura)
«Lo esencial…»
La vida en si es sencilla, nosotros los humanos tendemos a complicarnos-la, vivir lo mas sencillamente posible y desde esta sencillez saborear los momentos vividos, al fin y al cabo la vida esta compuesta por momentos.Pilo tus relatos entran directo al corazón, en catalán diriem: ‘son per sucar-hi pa’ besos Josep