El dolor es ésa garra que araña la piel de la salud…
Una sonrisa tiene el poder de disimular, aunque sea por un instante, un gesto de dolor. A pesar de que el dolor sea la garra que araña sin piedad la piel de la salud, una caricia tiene el poder de suavizarlo. Un abrazo disminuye la intensidad del dolor. Un beso será, sin duda, óptima medicina para calmarlo.
El dolor es el lenguaje con el que el cuerpo se comunica, con el que expresa síntomas que desestabilizan el equilibrio del organismo. Los afectos y las emociones son los “pilares” que necesita la vida para continuar creyendo en ella, la pausa que establece una dificultad, una fuente de calor que acaricia la frialdad del sufrimiento.
“Cuando me sonreíste sentí cómo mi cuerpo aliviaba el malestar”. Tu mano, en mi mano, me acompaña y reduce mi penar.”
No nos damos cuenta que el gesto más simple que ofrezcamos pudiera ser el que más, y mejor, “llegue”. No te detengas ante la duda de ofrecer una simple sonrisa, aunque creas que no llegará a ningún lugar, porque quizá ése “lugar” sea el mejor remedio para soportar un sufrimiento.
Hay quien dejó de sonreír, a quien le fue arrebatado la risa, y quien utilizando una mirada es capaz de transmitir lo que la luz de una sonrisa le concedió antaño. El cuerpo se expresa posturalmente, a través de cómplices gestos y, aunque el movimiento sea exiguo, en el caso de que se está acompañado de una enfermedad incapacitante, sabe cómo transmitir cuanto experimenta. Quizá nuestros ojos sean los que están “ciegos” para comprender ése mensaje corporal.
“Me hablan tus ojos, como agua que corre por el río de tus palabras.”…
¿Cuántas veces hemos comprobado la maestría que con la que un silencio comunica un sentimiento? Tal vez un discurso de un orador pudiera resultar tedioso, escaso en mensajes, y una sola mirada hable lo que en horas ése disertante omitió.
Poseo la enorme suerte de tener un grupo de amigos a los que respeto y agradezco cuanto me aportan con su ejemplo de vida, personas a quienes admiro y tengo presentes en mi corazón. Son grandes maestros de vida, seres humanos que hacen, de lo que ellos valoran como “pequeños detalles”, grandes momentos existenciales.
Una sonrisa puede ir acompañada de un deseo de paz, de serenidad, de alivio. Si unimos cadena con ellas, seguro que nuestra energía servirá para hacer llegar lo que nuestra mente proyecta como optimo.
Somos un “todo”: el cuerpo y la mente son la maquinaria que hace funcionar el motor de nuestra vida, un “todo” que conforma una única energía capaz de generar sensaciones de calma y agrado, proyecciones de bienestar para nosotros y para las personas a quienes queremos, o quienes necesitan de nuestro apoyo.
Aunque una enfermedad arrebate la fuerza un día tras otro, hemos de intentar llevar las riendas de su furia, dentro de nuestras posibilidades, con el esbozo de una sonrisa que proporcione estabilidad y complacencia. Unas veces será ése gesto quien detenga el recorrido de una lágrima.
A todos los bloqueros de Aura os dedico mi sonrisa, pintada día a día con el color de vuestra confianza.
Mi sincero agradecimiento.
¿Sonreímos?
¡SONRIAMOS!!!! ¡Cuántas veces has conseguido arrancarme una sonrisa!Con tu cariño, con tu comprensión, con tus guiños de amistad, con tu solidaridad,con tu confianza…El poder de «tu sonrisa» me llega al corazón….Para tí, mi mejor SONRISA!!! Mari Carmen.
ya sonrío, tranquilo, lleno de esperanza de que la salud nos proteja a unos y otros, y cuando nos llegue el dolor tengamos ese airbag que suponen: amistad, alegría, silencios, guiños, besos, lecturas, recuerdos, esperanzas, abrazos cargados de energía positiva para que entre todos podamos re-distribuir el bienestar común, sonriendo junto a los que generosamente enmascaran su dolor para no doler a los semejantes.
Gracias Pilo, te queremos.
Reconfortan vuestras palabras, mis buenos amigos MCarmen y Felisin. La amistad es el mejor antídoto para calmar el dolor, quien suaviza la piel de la salud y quien da sentido a tantas y tantas sonrisa.
Un beso grande para los dos, y gracias por estar cerca.
Aquí os dejo mi sonrisa. Hoy me hicisteis sonreír.