Hoy quiero acercaros a una reflexión de fácil comprensión. No obstante, adentrarse en “su sentir” puede resultar complejo…No siempre pensamos igual, ni sentimos igual…Ahí reside la fortuna del ser humano.
Me gusta creer que un simple guiño vital, que a priori pueda resultar “insignificante”, será sincero aliado de una emoción, la figura que defina su valor. No siempre es fácil escribir un mensaje que resulte llano, sin subidas y bajadas, por lo que intentaré entregaros un trocito de VIDA en una bandeja especial: la de los sentimientos…
Así pues, dar forma al sentimiento del pensamiento es un privilegio para mi. Compartirlo con vosotros, todo un lujo.
Ante una decisión que pueda resultarnos delicadamente «pesada», tendemos a aligerar de cargas al pensamiento para escuchar con claridad nuestros sentimientos.
Un sentimiento (la huella vital que refuerza el corazón) posee el don de mover los hilos de las palabras y controlar el sutil movimiento de las decisiones. Cuando la vida aprieta nos sentimos “insensibles”, como si congeláramos el calor de nuestro corazón. No podemos remediarlo, nos dejamos llevar por cuanto sentimos. Podemos obligarnos (posiblemente de manera inconsciente) a “no querer sentir” en ése preciso instante, como si necesitáramos apagar los destellos de nuestra voluntad para aflojar el ritmo del fluir de la vida. En el sutil intento de no querer tomar decisiones, nos engañamos frente a ésa nieve de confusión, olvidando que el engaño es la traición a la verdad, y que un sentimiento interno es el auténtico cómplice de nuestra veracidad.
“Si mi corazón se siente tranquilo, mi pensamiento será fuente de serenidad”
Nuestros sentimientosson un magnifico caparazón que protege de fisuras nuestro interior, nuestra evolución personal. El pensamiento, compañero fiel de nuestra reflexiones internas, se convierte en complemento perfecto de nuestras emociones, quien afianza nuestro equilibro emocional, nuestra auténtica estabilidad…
Un sentimiento es transparente mientras mora en el nido del corazón, preciado refugio protegido para quien intenta llegar hasta él con el fin de incomodarle.
“Puedo hablar de cuanto siento porque son mis emociones. No puedo expresar lo que sientes tú, porque no me pertenece a mi”.
Cuando en la vida nos llega el momento de tomar una decisión, sabiendo a ciencia cierta cómo tiñe de dudas la adversidad, nos concienciamos de que nuestros sentimientos actuarán con determinación, apoyándose en el claro objetivo de nuestro pensamiento.
“Siento con mi corazón. Razono con mi pensamiento.”
Siempre que sea necesario, nuestra voz interior (la conciencia) encontrará atajos agradables que nos lleven a caminos felices…
Los sentimientos van y vienen como la marea. Unos días estamos arriba y otros abajo pero seguimos siendo nosotros… nosotros y nuestras circunstancias que son las que manejan nuestros sentimientos.
Un saludo.
Navegamos por el mar de la vida llevados por ésa inmensa marea de sentimientos…Unos días el viaje se hace sereno…Otros, nos agarramos a salvavidas que nos proporcionan calma…
Los sentimientos siempre nos acompañan como fuente de vida que son.
Muchas gracias,»Conóceme», por navegar por este rincón de emociones y atracar en este puerto…
Un abrazo.