¿Qué tal andamos de crisis?

      5 comentarios en ¿Qué tal andamos de crisis?


Reconozcamos que «esta fuerza mayor» (la sombra de la crisis) pretende engullirnos y hacernos caer en sus redes, en sus nefastos poderes que nos oprimen sin remedio. La realidad no es otra, es tangible: televisión, radio y prensa escrita hablan con igual mensaje («esto va de mal en peor») Un nudo oprime nuestra garganta produciéndonos múltiples ahogos, y no podemos hacer nada al respecto; somos demasiado «pequeños» para vencerla.
Cenas familiares, picoteo con amigos y comidas profesionales, tienen en común el fin de fiesta: el amargo postre de los efectos de la crisis. Y parece que hoy por hoy…no tiene visos de solución, aunque solo lo pretendamos unos pocos, como eslabón pequeño que somos de esta enorme cadena.
Al final, quienes nos hemos reunido a «echar unas risas», quizá para olvidarnos del día a día, acabamos casi llorando. Palmadita en el hombro y frases faltas de convicción, que intentan parecer consoladoras, que difuminan el miedo real, nos dicen que “esto mejorará…¿Sí? Alentador, o ¿no?
Existe la madre nodriza, el gran gigante en cuestión, es decir, la Crisis económica, y de ella emergen otras crisis colaterales que dañan aún más y hacen añicos al gran gigante: crisis de pareja, crisis de amistades, crisis entre padres e hijos, crisis entre miembros de una familia completa, crisis a la hora de ir la compra (reajustes monetarios que nos sacan de quicio); en el médico (los efectos nocivos de la crisis nos alteran considerablemente requiriendo la administración de remedios medicinales que eviten quebrar del todo la parca salud sobrante).
Crisis profesionales (desgraciadamente nos vamos acostumbrando a caer sin red); conflictivos puntos de vista con nuestros hijos, quienes sufren en primera persona el delicado panorama económico que se respira en casa, sumando a ello cada una de sus naturales crisis: la crisis de la infancia, de la adolescencia, de la juventud, de la…¿?
Crisis entre partidos políticos, entre religiones, crisis ¡con uno mismo! Crisis porque no funciona el teléfono; porque el ADSL nos deja colgados; porque el agua caliente no sale con fuerza y congela los recién amanecidos esfuerzos con los que querer vencer la crisis.
Crisis porque hay que pagar demasiada luz, calefacción, gasolina, carne-aceite-huevos-pescado-fruta, etc…, y también un extra de leche, aunque intentamos que ésta sea al menos “de la buena” (la mala la guardamos para los momentos de “crisis límites”).
Lo cierto es que si antes sufríamos por “alguna cosilla”, ahora sufrimos por todo, y estamos en el derecho de sufrir por lo que nos plazca, está claro; pero también valoremos que debemos no sufrir en exceso (cualquier desproporción en este aspecto puede perjudicar nuestra integridad física o psíquica).
Reímos poco; cantamos mal y poco; vamos al cine de uvas a peras; salimos a cenar o a comer en contadas ocasiones (recurrimos al saqueo de la nevera y compartir lo que hay en ella con los amigos. ¡Para qué gastar más de la cuenta!). Compramos lo justo, es decir, poco; y lloramos…¡Mucho! La lágrima fácil nos pierde y llega a dominarnos (acusada labilidad emocional). Estamos más sensibles de lo habitual y también más irascibles…¿Cómo no vamos a entrar en una crisis personal con semejante panorama?…
Está claro que una madre arrastra a sus polluelos hacia lo bueno, o menos bueno (aunque sea inconscientemente)…y esta crisis nos coge de la mano de la inseguridad y nos lleva por el mal camino, aunque también hay un senderillo (gracias a Dios) por el que poder caminar más o menos tranquilos: el que cada uno, con un cierto optimismo y fuerza, consigue encontrar. Si la crisis grande, “el Gran Gigante”, la que está de puertas afuera de casa, nos embauca, las crisis menos ruidosas mimetizarán sus poderes y generaremos un caos, sea grande, pequeño o mediano. Al fin y al cabo, un caos.
Creo que debiéramos de mirar al GIGANTE de frente para después darle la espalda y hacer caso omiso a sus comprometedoras artimañas de conquista, y solucionemos, como buenamente podamos, cada una de las crisis que surjan en nuestro entorno para subir así un peldaño más en nuestra confianza, respeto y esperanza.
¿Alguien ha dicho…crisis?…
¡Ánimo para todos!

Pilar Cruz Gonzalez

Acerca de Pilo Cruz

No me gusta complicar lo que considero sencillo. Estoy en perpétuo estado de aprendizaje. Aún tengo muchos sueños por cumplir, y disfruto de los que ya soñé cuando anduve despierta. Aprendo cada día mirando a los ojos de quien me mira, escuchando palabras no habladas por mi, y sintiendo el sentir de los demás. Soy un aprendiz de la vida...

5 pensamientos en “¿Qué tal andamos de crisis?

  1. Anonymous

    Tambien haces mención a la crisis y según la planteas, tienes toda la razón, a pesar de todo, hay que seguir hacia delante y continuando nuestro sendero de vida que esta llena de todo lo que dices.
    (J.C.G)

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  2. Pilo

    Tienes razón. Todos padecemos la crisis. Todos estamos asustados ante lo que tenemos encima, lloramos, la sentimos en nuestras propias carnes, pero no por ello vamos a detenernos ante una vida que necesita mantenerse¡viva!
    Es una evidencia, pero también es importante lo que podamos hacer cada uno para dar positivismo a lo que ya es negativo. Gracias por tu comentario.

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  3. B

    Cuando yo nací, en mi familia ya habia siete bocas que alimentar. Recuerdo que fui creciendo mientras «nos apretabamos el cinturón», no eran tiempos fáciles, el trabajo empezaba a escasear y eramos muchos, por lo que habia que encontrar algún extra para salir adelante.
    Mi padre encontró una fábrica que nos podía dar trabajo para hacer en casa, pero requería el esfuerzo de todos y eso hicimos. Trabajabamos todos juntos haciendo una cadena, desde el más pequeño al más mayor, recuerdo con añoranza esas tardes en el salón, todos juntos, ayudándonos unos a otros para salir adelante, y funcionó.
    Ahora que ya he «crecido», busco en el recuerdo de la memoria esas tardes en las que compartiamos risas y llantos y también mucha ilusión.
    Depende del cristal con el que se miren la cosas, pueden ser de un color o otro, a mi me gusta el color «esperanza».
    B

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  4. jrrof


    Maldita crisis, maldita gripe, malditos los nuevos ricos, si si hay crisis y hay nuevos ricos y muchos mas pobres MALDITA CRISIS ¿?

    gracias pilo por tu relato

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