Te digo AMOR…

Te digo AMOR…

Me atrapas con la luz que perfila el brillo de tu dulzura. Te transformas en espejo para mis emociones…Enciendes mi corazón con la intensidad de tu calor…Paseas mi querer por el valle de la vida… Puedo expresarte sin timidez, enalteciendo lo que te otorgan mis sentimientos…Sé cómo enlazarte a mi; a través de las manos de la ternura…

Te digo AMOR…

Un suspiro me acerca al hechizo de tus objetivos. El recuerdo de tu candor me conduce hasta tu sensual sombra. Un susurro y una caricia son cómplices de mi pensamiento cuando te acercas hasta mi…

Te digo AMOR…

Porque logro verte en los ojos que me miran. Porque tus letras se entremezclan en páginas escritas para ti. Porque sé entenderte en la bondad y en la generosidad con la que te manifiestas.

Te digo AMOR…

Aunque creamos que el AMOR se aleja de la vida cuando surge la muerte no es verdad, porque permanece vivo, alejado de la sombra letal, perdurando más allá del final de la vida.

Pero el AMOR duele…También se entristece cuando se enfrenta a la perdida. Evitemos que ésa obligada “separación” nos vincule al amargo olvido y almidonemos la suavidad con la que nos embelesó…

El AMOR necesita un nido que cobije el manantial de su energía, de la pasión, el cariño y la entrega.

El AMOR vive en los recuerdos, y se refuerza al amparo de los sentidos: “Vemos, escuchamos, olemos, tocamos y saboreamos” la fuerza con la que se propaga por la vida.

El AMOR, cuando es “grande”, no se achica en el corazón. Se extiende, vuela con libertad por la memoria viva, sintiendo su intensidad, y oliendo la fragancia con la que acaricia la ternura…No se borra fácilmente cuando se ha compartido con plenitud, dejando su huella en cada objeto que ha tocado, en cada persona a quien ha amado…

El AMOR perdura hasta la Eternidad, allá donde la nada es el TODO, donde los limites para amar son inexistentes…

Esta vida nos arrebata “la vida”…pero jamás se llevará nuestro AMOR.