Felicidades a todas las MADRES, las que lo fueron y las que lo son…
Quienes somos madres, esperamos con especial ilusión un beso de buenos días, una carta garabateada por unos sentimientos que nos dicen cuánto nos quieren, un abrazo eterno, un “te quiero, mamá”.
Y es que en el día de hoy todas las “mamás” disfrutamos de una luz especial, con el orgullo de ser madres, aunque no signifique que hoy solo merecemos ésa medalla de maternidad, esos besos, abrazos y atenciones…Todos los días somos “mamás”, ejercemos de ello, desde el amanecer hasta que se oculta el día…Durante la noche. Durante los segundos que nuestros hijos precisan de nosotras…para lo que sea, para lo que haga falta: estados de animo sobre la montaña rusa de la vida. Amores que pinchan el corazón. Amistades fieles, o las que traicionan a la carta. “Mamá, me duele “aquí” (una sola palabra tranquilizante disminuye el dolor, está claro, o al menos lo relaja). ¡Se me está poniendo la cara como una paella! Fiebres nocturnas (las que no dejan dormir a los ojos, las que desvelan la tranquilidad y hacen resurgir el agobio). ¿Te tomaste todo lo que te pusieron en el cole? ¿Merendaste? ¿Bebiste entero el vaso de leche? ¿Si no lo tomas no crecerás! (luego está la recriminación lógica: “tú me decías que iba a ser alto por toda la leche que tomé, y me quedé garbanzo”)¡Toma verdura y fruta, que son muy sanas! Hoy estás serio. ¡No estás gorda, estás preciosa! No te agobies por lo que no merece la pena…No sufras.
Y es que ver, y sentir, el sufrimiento de un hijo conlleva doble dolor en nuestro corazón. Pensamos: ¡los hijos no deben sufrir! Pero es el aprendizaje de las dificultades quienes les hacen aprender, como nos ocurre a todos los seres humanos.
Intuir en un gesto que algo les pasa y que les preocupa en exceso, y callar para evitar agobios, es una forma de ejercer la maternidad: “estar” disimuladamente, pero sin que crean que estamos…con cautela, con ternura, con protección, soltando ésa cuerda que tenemos asida a su alma desde el momento de su nacimiento. La sutil “cuerda de la maternidad”: soltar lentamente para darles libertad, pero sin olvidar que siempre va amarradita a nuestro corazón.
Los hijos siempre son hijos. Aunque crezcan, aunque formen su propia familia. Aunque tengan hijos…Siempre necesitaremos de una palabra suya para saber que somos unas madres estupendas.
Y si están inmersos en la edad de la adolescencia, cuando piensan que han de crecer como lobos solitarios, sin la sombra de la madre, salvo cuando la necesitan imperiosamente, nosotras, sus madres, esperaremos sentadas en el banquillo de la paciencia para recoger un gesto de ternura que nos llena de alivio.
Somos madres….
Pero no nos olvidemos que hoy, DÍA DE LA MADRE, no es solo “nuestro día”, jornada que no nos pertenece al completo. No. También es el día en que compartimos “partida con los padres”, quienes nos permitieron ser “madres”…
¡Gracias, “padres”!
Hoy quiero dar las gracias a mis hijos por haberme elegido como madre, por haberme permitido sentir ese AMOR que enciende mi vida de esperanzas, un amor visto desde cada uno de los enfoques de la ternura.
Junto con su padre, les enseñamos a AMAR. Pero son ellos quienes me han enseñado el verdadero significado de la palabra AMOR.
FELIZ DÍA DE LA MADRE… ¡TODOS LOS DÍAS DEL AÑO!
Feliz día de la madre. Y como tú dices , es para todos los días de nuestra vida. Cada instante de sus vidas es para nosotras como gota de rocío que nos acaricia. UN BESO. Mari Carmen.
Precioso Pilo. Que todos los días podamos celebrar el ser padres y madres. No hay cosa mas bonita en el mundo aunque muy dura a la vez.
Besos.
Gracias PILO, tus hijos tienen suerte de tenerte como madre. Se ve a la legua que eres genial.
Precioso lo que has escrito.
Un besazooo. Nuria
Muy bonito, Pilo. Cómo no ibas a escribir algo en este día tan especial. Todo eso es cierto, qué figura tan importante que refleja tu ser y tu sentir cuando eres adulto. Pero he decir que también hay personas excepcionales elevado al infinito, sin esta referencia, y que luego son «auténticas» madres, siempre desde el silencio (que duro!). Un fuerte abrazo. Nuria (nir)