¿Quién no se ha sentido retado, o atraído inocentemente ante un SUDOKU, un juego con el que los números saltan sobre el colchón de la mente? En las páginas de una revista o de un periódico cualquiera lo podemos encontrar fácilmente. No me ruboriza admitir que este pasatiempo me ha conquistado, y no porque lo consiga realizar a una velocidad de vértigo, más bien porque en el momento en el que me dedico a él ocupan mi pensamiento cientos de números, del 1 al 9, que han de posicionarse en recuadros dibujados en vertical y horizontal, siguiendo cierto orden, sin repetirse ninguno de los números a la hora de «guardar filas». Hay quienes carecen de tiempo para dedicar unos minutos a husmear por las casillas de este juego. Otros, heridos en su orgullo frente la imposibilidad de conseguir sacarlo, o siquiera entender su dinámica, detestan cualquier radiografía que muestre cuáles son sus mecanismos de acción…(de éstos me he encontrado a unos cuantos). “Eso son tonterías. Una manera de perder el tiempo. Ni siquiera sé para lo que sirve”. Pero lo cierto es que el SUDOKU es un entretenimiento más para el veranito, y distrae “un ratejo”. Doy fe. Se puede utilizar como mero ejercicio terapéutico (como es mi caso: antes de situarme frente a una hoja en blanco ávida de ser cubierta con palabras), dedicándole unos minutos como se utilizan también para caminar u otros menesteres, o como simple forma de pasar un rato-. Yo lo recomiendo, y no solo como jugadora activa del mismo -quien en ocasiones consigue vencer a mi santa paciencia, y al que reto, de nuevo, al cabo de unos minutos, a modo de revancha-, sino como Terapeuta Ocupacional, sabedora de sus beneficios a la hora de agilizar nuestra veraniega y vacacional cabecita. ¿No os ha ocurrido alguna vez, al requerir la presencia de una palabra -y ni qué decir tiene si de lo que se trata es de exponer una frase-, que la mente se torna en un blanco arielizado, retrayéndonos al pronunciar la dichosa palabra u oración gramatical? Pues bien, el SUDOKU, con sus laberínticas ejecuciones numéricas, consigue dar color al pensamiento al tiempo que lo agiliza y mantiene activo, fresco y amenizado.
Os animo, en alguno de vuestros días vacacionales, a que regaléis a la mente un poco de diversión, y “vidilla” con esta sencilla actividad.
¡Feliz verano!
Os animo, en alguno de vuestros días vacacionales, a que regaléis a la mente un poco de diversión, y “vidilla” con esta sencilla actividad.
¡Feliz verano!
Doy fe de que eres una experta «colocadora» de números sin necesidad de «chuletas» para conseguirlo.
Nena… ¡Tu si que vales!!!!
siii, a mi tamie me gustan,aunque….no siempre lo consiga resolver,jeje!!!(seguro que todos tienen solucion??)y ahora, con la «pata chula» me entretiene un buen rato!!
buen verano familia!!
besos de fer y pilar