Volar demasiado alto puede llevarte a NO despegar siquiera…
Vuelo raso, es vuelo seguro, y más para llegar a ésa «altitud» que necesitas…
No por desplegar las alas de las seguridad se llega donde se quiere. Muchas veces nos encontramos “contratiempos” que nos limitan el aleteo…A veces nos llegan inconvenientes del exterior…Vientos personales desapacibles, nubes de problemas que no nos dejan ver el horizonte, molesta lluvia de inseguridades que nos impide seguir volando…
Pero otras veces somos nosotros quienes no podemos despegar del suelo de la tierra para alcanzar metas que están mas cerca de lo que creemos…Y nos detenemos, no confiamos, tenemos un miedo que detiene nuestro vuelo…Y pensamos, que no decimos:…”No puedo, no sé, no quiero continuar. Mis alas no funcionan, soy un pobre humano que ni siquiera sabe pisar con los zapatos de la confianza. ¿Qué hago aquí, ahora? ¿Dónde voy? ¿Qué pretendo conseguir? ¿Dónde está mi sitio? ¿Estoy solo o alguien me acompaña?”…
Busca tú propio cielo para creer en ti…Ese cielo que te da espacio para volar y desplegar tus alas con la libertad que necesitas…Y..¡vuela!, y hazlo por donde tú quieres, hacia donde has de llegar, y encuentra a personas que acompañen ése vuelo seguro y… no te olvides de disfrutar mientras realizas tu viaje vital…¡Estás vivo!
Siente, vive, respira y disfruta por el cielo de tus oportunidades…
Elige tus alas…Verás que están hechas a tu medida…
Volar con la brisa del fluir en el ser, volar con los pies conectados a esta tierra que nos hace uno, volar hacia el amor y volar hasta en la más pequeña de las oportunidades. Aún sin saber donde, sigue haciendote preguntas y vuela, tu curiosidad te llevara muy lejos, al lado de la alegria y la pasion…por volar, por vivir.
Gracias por alimentar con tan bellas palabras el tejido sutil de nuestras alas para poder surcar nuestros cielos. Un gran abrazo a todos.
AnaLuna.