Dedicado a quienes amando ayer aprendieron a amar hoy…
Joven amor…Me duele, me matas; me invade tu calor.
Inmenso Arco Iris que coloreas el lienzo con el que se dibuja la ternura.
Me fijé en tí cuando apenas me mirabas; me diste la espalda para no sentir nada. Cuando mostraste tu cara y quise atraparte, te perdí. Se esfumó tu silueta como aire que se esconde del miedo, como brisa que huye de la multitud. Y aunque intenté llamarte, te alejaste de mí. ¿Volverás a mi encuentro por un instante o quizá tomarás otra dirección por la que vagar buscando quien te pretenda? Era joven, y no me oiste cuando necesité escuchar el melódico canto de tu voz.
Un día te canté creyéndome escuchado por tí: “Tierno amor, plétora de vida, engáñame y finge que me quieres para acercarme a ti. Créeme confidente del camino que me separa de tu morada. Pero ven a buscarme; no diré lo mucho que te necesito y cobijaré mi presente en tu espera. Ronda mi vida como yo silencié tu presencia cuando supe de ti. Joven amor, figura galana que con tu capa cobijas mis principiantes caricias. Príncipe que en las noches amargas acudes a encubrir mis secretos”…
Joven amor…Quisiste coger el tren de la espera, el que avisa que no regresarás, y solo, en el vagón del hastío, intentaste buscarme en ese olvido del que nadie ha sabido escapar…Y bajé en una estación desierta de amor y repleta de sombras que alborozaban mi llanto, un lugar equivocado donde los solitarios momentos me hablaban del desconsuelo al saber que nunca más te encontraría. Joven amor, inocente estado, si un día me quisiste, ¿por qué tuviste que marchar?…
En uno de los ensueños, en los que tú te hacías presente, intuí que volabas conmigo para garabatear por el pupitre en donde se escondían sueños de enamorados.
Me fijé en tí cuando apenas me mirabas; me diste la espalda para no sentir nada. Cuando mostraste tu cara y quise atraparte, te perdí. Se esfumó tu silueta como aire que se esconde del miedo, como brisa que huye de la multitud. Y aunque intenté llamarte, te alejaste de mí. ¿Volverás a mi encuentro por un instante o quizá tomarás otra dirección por la que vagar buscando quien te pretenda? Era joven, y no me oiste cuando necesité escuchar el melódico canto de tu voz.
Un día te canté creyéndome escuchado por tí: “Tierno amor, plétora de vida, engáñame y finge que me quieres para acercarme a ti. Créeme confidente del camino que me separa de tu morada. Pero ven a buscarme; no diré lo mucho que te necesito y cobijaré mi presente en tu espera. Ronda mi vida como yo silencié tu presencia cuando supe de ti. Joven amor, figura galana que con tu capa cobijas mis principiantes caricias. Príncipe que en las noches amargas acudes a encubrir mis secretos”…
Joven amor…Quisiste coger el tren de la espera, el que avisa que no regresarás, y solo, en el vagón del hastío, intentaste buscarme en ese olvido del que nadie ha sabido escapar…Y bajé en una estación desierta de amor y repleta de sombras que alborozaban mi llanto, un lugar equivocado donde los solitarios momentos me hablaban del desconsuelo al saber que nunca más te encontraría. Joven amor, inocente estado, si un día me quisiste, ¿por qué tuviste que marchar?…
En uno de los ensueños, en los que tú te hacías presente, intuí que volabas conmigo para garabatear por el pupitre en donde se escondían sueños de enamorados.
Atrás quedaron las quimeras en las que mi juventud se prendía de la esencia de tu querer, el recuerdo de unos besos inocentes que se aproximaban a mis labios, con anhelo de deseo, para besar el dulce sabor que desprendían mis besos…
Joven amor, contigo aprendí a amar…
Joven amor, contigo aprendí a amar…
Permíteme rebuscar entre las pisadas de mi largo caminar para que me vuelvas a buscar…Y si me encuentras, te regalaré parte de lo que tú me diste: éste amor que maduro quiere seguir amando…