¿Cuál es el atajo que elige una mentira para llegar al final de un camino?
La mentira es un transporte ruin de las palabras, de los sentimientos…
Elige la sinceridad como único velero para surcar los mares de la vida, porque es mejor experimentar el dolor de una verdad que el amargor que causa una mentira…Ése dolor duele menos que un engaño, y puede curarse con la medicina que el tiempo otorga.
Por 1 sola mentira contada, 100 verdades se teñirán de dudas…
A quien se acostumbra a usar el embuste como recurso habitual, se le encasilla como “ser NO creíble”, persona en quien la desconfianza es clara porque sus palabras tornan la verdad en calumnia.
La mentira será la sombra de la suspicacia, una muralla que creará distancias, alejando el diálogo y la seguridad que avala cualquier tipo de relación personal…
¿Quién no ha sido guardián de sus propias “mentiras piadosas”, de las que son “perdonables”, las que buscan proteger una circunstancia, aquellas que suelen secundar una verdad?….Aún así, mentiras piadosas, ávidas de ser exhibidas a menudo, pudieran traicionar palabras veraces, o sentimientos trazados por la autenticidad…
No recurras a una vulgar falacia, trola, para engañar y hacer creer que eres creíble…No busques excuses que tapen farsas…Sé fiel con tus sentimientos, y leal con tu palabra.
Si mientes a quien te mira, o a quien te escucha, te estás mintiendo a ti mismo.
Quien recurre al embuste para acercarse a los demás, se aleja de ellos, recayendo sobre él la sombra de la falsedad…
Que lindo! como todo lo que he leido de ti Pilo, y aunque el tema trata de la mentira, cuanta verdad hay en todo ello. Todas tus palabras son como compresas que alivian el alma y ayudan a seguir adelante.
Gracias Pilo.
No te quiero nada…
Me gusta…. Me gustas….
Y no es una mentira……
La mentira es la accion mas patetica que podemos llevar a cabo las personas, no llevan a nada…bueno. Y encima se notan cuando se dicen. Un besote, Pilo.
Aprendí cuando niña que la mentira es venenosa y cobarde. Mi papá me lo enseñó el día en que escribí las murallas y yo era la única que sabía hacerlo… mis hermanos eran muy pequeños… Nunca he olvidado esa lección y no hay nada que deteste más que la mentira. Siempre disfruto de lo que escribes Pilo y te prometo que si algún día vuelvo a España, te contactaré para conocerte. Gracias!