Escucho…y miro el horizonte…
En ocasiones, el aire brusco que susurra insistente en los oídos impide escuchar las señales del cuerpo, lo que debiéramos percibir como saludable…Se entumecen los sentidos que nos mantienen en pie, los que nos acercan a nuestra propia vida… Un solo ruido estridente ofusca la visión de lo que necesita el ser para mecerse en la cuna de la tranquilidad…
Y la paz que dibuja la calma, se acerca a mis ojos para mirar el ritmo con el que la vida se desliza frente a mi…
Necesito silencios acompañados de sonrisas…Quiero rescatar palabras que hablen despacio, que despiertan mis sentidos con el entendimiento de la razón…Intuyo el canto que surge de la voz de mi interior, el eco que encuentra mi serenidad..
Pero no me gusta la soledad…Huyo de su melancólica sombra, de la sutil forma con la que perfila su mudez. Escucho las risas, el sonido de la paciencia, el que no llama a las prisas…
Anclado en los recuerdos, en la realidad de mi presente, guardo voces de mi pasado con las que paladear sabores de momentos inolvidables, las que encienden mis sonrisas acariciando mis mañanas y envolviendo de estrellas mis noches.
Esquivo las ausencias, huyo mirarme en el espejo de una compañía que no me habla, que se torna afónica…Me asusta que me arrincone la soledad en un desván olvidado. Me acerco al cariño con el que me envuelven los abrazos, el dulce sabor de un beso y la caricia de la ternura…
Cuando el cansancio es benévolo y detiene su presencia, regalando al cuerpo sensaciones placenteras, nos deleitamos sintiendo la línea del horizonte que nos acerca a los demás, la que corta el cordón umbilical de nuestro mundo interior, la que nos muestra que la vida es más vida cuando la compartimos con el amor, con la amistad, con los sonidos que nos llegan del exterior, los que nos hacen aprender de lo que vemos fuera de nosotros…
Y dejamos que las emociones bailen al son del latir del corazón…
Necesito aprovechar los silencios que inquiere mi interior para acercarme a mi alma, y escuchar su melódica sintonía…Pero también necesito sentir vidas que se acercan a la mia que unifiquen sintonías de cariño y complicidad…
Hoy mi tiempo es para ti…Guardaré algo de él para mi…
Es necesario el silencio para escuchar tu propia sinfonía.. un abrazo
son
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Precioso Pilo!! a veces es necesaria la soledad, para oír el silencio, pues el eco de otras voces, que se mezclan en confusa sintonía, no deja oír la propia.
Sabes que siempre tendrás cerca otras vidas, que cuando tú quieras
llenarán ese espacio de cariño necesario… que nunca estarás sola, más que cuando esa soledad sea por ti elegida
Un besazo grande, grande…
Genial sin más.
Muchos besos Piliña
Precioso Pilo, si es necesario el silencio,para pensar, pero a mi hace un tiempo no me gusta estar sola, un abrazo….gracias por compartir tan bonitas palabras..
Graciassssssssssssss porque nos encantó. Pilo eres especial de verdad y tan sabia. A mi el silencio no me gusta la verdad, quizá porque al no tener hermanos echas en falta tener mas bullicio no lo sé. Solo sé que no sé estar sola. Pero es cierto que hay momentos en los que uno necesita la soledad.
besos de parte de Raúl y míos. Nuria
Jo, genial Pilo…La soledad voluntaria es una cosa pero la soledad impuesta te arincona y es muy cruel con la persona que la tiene que sufrir…hay que escapar de esa soledad! Un beso!
tras una larga charla, ésta entrada se la escribí a mi amiga SONI. Hablamos de los silencios, de las palabras calladas…De tantas cosas…
A los pocos días ella abandonó el mundo de los humanos para acercarse a ése cielo que le daría libertad…
Allá donde estés, tú voz la escucho, te sigo y no te olvido, mi dulce niña linda.
Y sigo…