Escribir sobre qué, sobre quién, sobre algo, pero escribir, hablar con las palabras que quieren comunicar…
¿Quién habla, quién dicta un texto, una reflexión, quién decide tocar el teclado para expresar una sensación? Tal vez sea la voz interna quien llama o, ¿es el propio teclado posado sobre la mesa, olvidado tras días pasados? Es la vorágine de un tiempo que no nos deja parar para pensar, para expresar lo que se pudiera hablar. No importa, solo sé que quiero conectar con ese ser interior que surge de dentro para escribir, pero…, ¿para quién, para qué, para dónde?. No sé.…No es necesario saber la dirección, ni el remitente, ni el destinatario, solo escribir para hablar, para que se diluya lo que hay dentro de uno. Son mis manos quienes me guían.
Hoy quise dar vida a mi ordenador; le abrí. Llevaba días cerrado, en “off”, sin conexión, sin esa luz en la pantalla que advierte su presencia. Creo que me llamó, y lo hizo con una suavidad extrema, aunque estaba cerrado, con una leve provocación de ser escuchado.
Conectar con él es algo fantástico, ¡mágico!; así lo siento. Me oye y le escucho a través de la música que pongo cuando escribo, como si de un equipo se tratara, como ese compañero que tantas y tantas veces ha estado a mi lado para comunicar lo bueno, y no tan bueno, lo que gusta escuchar y lo que se quiere sentir.
Estamos juntos, y me ayuda a rescatar palabras perdidas que quizá antes no tuvieran sentido, para aproximarme a un pensamiento cautivo, pensando en quien pudiera compartir conmigo ese instante de conexión con la emoción.
He escrito muchas sensaciones con él, historias de vida, reflexiones que ayudaban a llegar a corazones aislados, a sentimientos compartidos, a voces calladas de quienes quieren atrapar palabras silenciadas…Es un amigo que espera paciente a ser reconocido. Es silencioso cuando está apagado o cerrado, pero alegre cuando lo necesito, cuando lo abro, cuando con él me acerco a los demás. Es mi mano derecha, mis pies y mis piernas cuando no quiero caminar, cuando mi cuerpo decide parar.
Hoy estoy frente a un teclado que escribe con mis dedos, con los ojos cerrados, escuchando una música relajante que permite acercarme a mi interior para llevaros este personal sentir, y lo hago pensando en quienes leerán estas letras sabiendo que alguno de vosotros sentiréis que también vuestro ordenador es una mano derecha que surge de vuestro cuerpo, un trocito de vuestra cabeza, de vuestros pies y piernas, que recurrís a él a la hora de comunicaros con vosotros, con los demás.
Ya sea con los ojos abiertos, o cerrados, el ordenador es nuestro cómplice, nuestro confidente, nuestro compañero y amigo en los días de nuestras vidas…No cerremos nuestro pensamiento ni nuestro sentir, y expresemos lo que hoy necesitemos. Nos hará sentirnos mejor, ser más libres.
Hola Pilo da gusto leerte, tus susurros van directo al corazón! Gracias
El próximo 10 mayo cumpliré 20 años del diagnóstico de mi ELA, “estoy en lo mejor, de un posible e insalvable peor” Mi ELA es longeva. Ella y yo somos uno. Vivo conformado. Hoy 2ª vacunación, a mi i Júlia mi mujer, el enfermero entablamos conversación,, le comentamos que va hacer 20 años del diagnóstico de mí ELA, se puso triste, su cuñado la tiene, hace unos 18 meses, ya no habla, le va muy rápida, solo tiene 49 años. Locas enfermedades que nos toca VIVIR!
Al tema del ordenador, yo no sabía escribir a máquina. Mis hijos asistieron a un Simposio de la ELA en Valencia. Allí vieron el ordenador como medio de comunicación. Enseguida me regalaron un IBM.
Aprendí a escribir, a copiar, a guardar, descubrí Internet. Pero lo más bonito es que me comunique vía mail, con varios, muchos pacientes con ELA, entre ella Nuestra querida Mila. Las Carpetas restan cerradas. En mi pensamiento están todos ellos..
El ordenador ha sido “un perro fiel para mí, jamás me protesto” escribí, escribí, me vacié muchas veces, quede a liberado de pecho y conciencia. De tanto mal.
Abrazos
Josep.