Intuyo el miedo como la prolongación de las dudas, la sombra que la razón no sabe controlar, el sentimiento que hace zozobrar la serenidad, la punzada que encoleriza al corazón…
No nos engañemos….es inevitable no sentirlo…Una vez más, somos conscientes de nuestra calidad de humanos…
No obstante, cuando sintamos ése miedo irrefrenable, mirémosle a la cara, de frente, y veamos qué pretende, cuál es su objetivo en nuestras vidas…Puede que así maticemos su astucia a la hora de asustarnos y le hagamos pequeño ante nuestras posibilidades de manejar la tranquilidad.
La vida es equilibrio, y el miedo es el enemigo que impide encontrarnos con nuestra autentica realidad.