La vida en sí NO guía nuestro movimiento personal, el que nos hace sentirnos «personas». Somos nosotros quienes “paramos”, y lo hacemos para respirar, para pensar y sentir aquello que necesitamos expresar en nuestro interior.
No por “parar” detenemos obligatoriamente el proceso vital, tan solo creamos una pausa que nos ayuda a continuar.
Cada persona elige la intensidad con la que llevar su proceso personal. Hay quienes necesitan más tiempo para aprender, o quienes rápidamente saben lo que quieren. No por ello unos lo hacen mejor que otros. No es el reloj vital quien regula el aprendizaje, la sabiduría o el conocimiento, es nuestro empeño en vivir quien marca la directriz de cada segundo existencial.
“Para”, si es necesario, y siente la fuerza que marca cada minuto de tu vida…»Detén» tus pasos y reorganiza tu espacio, aquél que te aporte tranquilidad. Y cuando lo hayas conseguido, prosigue con el impulso de tu desarrollo individual. Sentirás que el aire que regala la vida te inspira plenitud en el espíritu.
Date tu tiempo para pensar. No lo perderás.
Después llegará tú momento para actuar y activar tu tiempo…
Como siempre cargadita de razón Pilo…es inevitable pararse en algún momento del ciclo vital, porque hay que «respirar» y coger aire para continuar, pues la vida a veces nos presenta escarpadas pendientes que escalar…
Un beso
Respiro…
Pienso…y
Expreso…
Espero conseguir pronto mi tranquilidad…
Llegará mi momento. Como dice Isa, «la vida a veces nos presenta escarpadas pendientes que escalar»…
Voy subiendo…UN beso enorme. Mari.
Gracias por estas pausas que nos has regalado.
Sancho