(Dedicado a todas aquellas personas que estén pasando por un momento delicado en sus vidas…)
Necesito comprar el aroma de un recuerdo, oler la fragancia que nos acercan sus emociones, llenarme de la placidez de un minuto feliz. Buscaré uno solo, aunque solo sea uno… Pero…¿dónde está el vendedor que me atrape un sueño?
He de detener mi pensamiento en la bondad de un recuerdo donde sentirme tranquilo, donde olvidar mis dudas y creerme fiel a mis decisiones…Quiero asomarme a ésa ventana del pasado que me hace sentir bien en mi presente…¿Dónde puedo comprar la felicidad? Nunca está en rebajas, más bien al contrario, siempre cuesta cara… ¿Se olvidó el vendedor de ofertarnos el bienestar?
Busco el ángel que abandonó sus alas para vivir a mi lado…Se llevó mi tiempo de vida con él…Ansío volver a encontrarlo para regalarle un par de alas con las que volar junto a su mágica existencia…
Quiero comprar ése “punto” de sensaciones donde ¡tanto! sentí…Quiero atrapar el tiempo, pero es el tiempo quien no se deja atrapar…
Pero…no veo a nadie, la tienda está vacía. ¿Quién la abandonó? Nadie atiende mis súplicas…¿El mundo se ha marchado?…Hay silencio en el ambiente, todo está quieto, la calma que antes buscaba y ahora no quiero, llegó…¿Quién soy yo si no puedo comprar los recuerdos para anclarlos a mi estabilidad?
Hay voces que callan mis palabras, voces que están apagadas…Nadie escucha…Nadie llama…Mi cabeza se niega a colaborar porque no sabe qué pensar.
Quiero mirar por el telescopio del futuro, pero su lente está tapada por un sueño robado…¿Cuándo regresará el vendedor de recuerdos para que se llene la tienda de mi vida de instantes irrepetibles? Le esperaré, aunque mi vida envejezca. ¿Robará el tiempo mi juventud?…
Pero…¿merecerá la pena esperar y ver cómo mi vida se va acabando en el tiempo de mi presente, sin conocer las bondad de mi futuro?…
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Esperamos, pretendemos, queremos, necesitamos de lo que un futuro nos pueda traer…Tejemos madejas de posibilidades, pero no vemos nuestro presente activo cuando nos inunda la angustia de un problema, cuando no tenemos fuerzas para continuar…Necesitamos de sombras compañeras que “tiren” de nuestra debilidad para sentirnos seguros…Pero no nos damos cuenta de que la verdadera fuerza está en nuestro interior, donde nadie mejor que nosotros sabemos lo que hay de verdad, lo que es auténtico: la sencillez de nuestro ser interno…
Seamos conscientes de que….
– El vendedor de sueños, somos nosotros…
– Quien abrillanta los recuerdos que nos traen alegría. somos nosotros…
– Los que mejores compradores de actitudes, somos nosotros…
– Quienes podemos escucharnos y entendernos, somos nosotros…
No esperemos a que alguien venga y nos acelere el paso que estimamos como “quieto”, pausado…Somos nosotros quienes pisamos el suelo de la vida con dignidad, con fuerza y valentía, sin empujones…
Y, si queremos dejarnos acompañar de quien nos da seguridad, amor y calor, abramos ésa puerta de la confianza y vivamos el momento…Las oportunidades no se compran ni se venden, simplemente se posan en el mostrador de nuestra conciencia para utilizarlas debidamente…
La tienda de la vida siempre está abierta…El candado lo ponemos nosotros…
Un paso adelante y otro. Seguir… tienes toda la razón, nos llenemos de candados.
Gracias Jose Antonio…
Un abrazo.
Hola Pilo buen post, solo nosotros tenemos la llave de los pensamientos positivos o negativos y podemos abrir la puerta a nuestra mente en el estad de conciencia que queramos tener en cada momento yo me quedo con el pensamiento positivo de luchadora de vida.
Besos de luz.
MA.