Lo posible…

Vivimos bajo el semblante de una vida asignada, apuntalada por el concepto “estar aquí, ahora, en este lugar y en este tiempo”. No vivimos plenamente lo que en realidad pudiéramos desear, más bien lo que nos “toca” vivir. No obstante, dentro de nuestra libertad personal, elegimos caminos por los que andar, convirtiéndolos en paseos agradables o en un correr demasiado para alcanzar lo que nadie sabe de antemano, o tal vez en un avanzar según se atisbe la panorámica de lo que nos haya de llegar.
Vivir es alcanzar el vuelo de lo infinito, de lo posible, de lo tangible, de lo que no se ve pero se intuye. Vivir es sentir que uno en realidad vive, que decide vivir con su libertad bajo el vuelo de su conciencia, de su voluntad y de lo aprendido en base a la experiencia vital. Vivir es saberse vivo y no presa de lo “no querido”, lo “no buscado” o lo “no deseado”.
Si las cadenas del pensamiento atan “los posibles”, liberemos la mente para iniciar un vuelo alto, sin obstáculos que abatan la visión de lo que se encuentre en el horizonte de la vida, donde la luz de nuestro ser extienda sus alas para conseguir llegar hasta el infinito de nuestros posibles…